domingo, 12 de noviembre de 2017

20 DE NOVIEMBRE. DÍA DEL NIÑO/A

LOS DERECHOS Y DEBERES DE LOS NIÑOS/AS
EN ESTOS DÍAS VENIMOS TRABAJADO EN CLASE LOS DERECHOS Y DEBERES.
NOS DAMOS CUENTA QUE TAMBIÉN TENEMOS DEBERES QUE DEBEMOS CUMPLIR.
ASÍ LAS HEMOS PLASMADO 
EL ALUMNADO DE 3º Y 4º EN EL COLEGIO



LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS/AS
Hubo una época, tiempo atrás, donde los niños no tenía derecho a siquiera un nombre, donde ellos debían trabajar en condiciones de esclavitud y eran comercializados por sus padres.

Podríamos pensar que esto ha ocurrido hace miles de años pero la realidad es que, en algunos países hasta la mitad del siglo XIX, los niños vivían en condiciones muy precarias (sobre todos los niños de clase media y baja). Y este trato tuvo lugar hasta la declaración de los derechos del niño en el año 1959.

Allí se estableció que los niños tienen:

  1. Derecho a la igualdad
  2. Derecho a tener un nombre
  3. Derecho a la libertad
  4. Derecho al amor
  5. Derecho a recibir un trato digno, justo y de respeto por todas las personas
  6. Derecho a aprender
  7. Derecho a una vestimenta, aseo y cuidados
  8. Derecho a una educación digna y gratuita
  9. Derecho a ser criados y recibir amor por parte de sus padres
  10. Derechos a cuidados y abrigo por parte de sus padres o tutores
Este acuerdo se estableció para que, más allá de lo que sucedía en cada hogar, pueda haber un marco y control social que proteja a los más pequeños.

Conocer y transmitir los derechos de los niños los ubica en cuanto a lo que ellos merecen.

Transmitir estos derechos forma parte de un legado social que todos tenemos con ellos.

LOS DEBERES DE LOS NIÑOS/AS
Así como los niños tienen derechos, también es importante que ellos conozcan las obligaciones o deberes que tienen a nivel social.
  1. Tener respeto por sus semejantes. Es decir respetarlos sin importar raza, condición económica, país de procedencia, sexo o alguna discapacidad o impedimento físico o mental.
  2. Tener respeto por las personas mayores. Ya sean docentes, familiares o desconocidos. Esto favorece los lazos sociales.
  3. Proteger y promover los cuidados del medio ambiente. Cuidar y respetar la naturaleza.
  4. Respetar las opiniones y costumbres de otras personas (tanto niños como adultos).
  5. Reconocer, respetar, honrar la bandera y los símbolos patrios del país de origen de cada uno.
  6. Cuidar su cuerpo, pensamientos y sentimientos. Debemos mostrarles que ellos no deben dejar que ningún adulto los toque si ellos no lo desean y que ellos pueden cultivar un trato de respeto con ellos mismos.
  7. Los niños también tienen la obligación de respetar las conversaciones de los adultos
  8. Deben decir siempre la verdad y actuar con justicia.
  9. Tener una conducta adecuada tanto en el hogar como en la escuela.
  10. Ayudar en los quehaceres del hogar.
PINCHA SOBRE LA IMAGEN
http://www.ararteko.net/apl/derechosdelainfancia/mapa.htm

La niña Sin Nombre

Con este cuento se apunta a trabajar el derecho a la identidad, correspondiente al derecho 3. 

Había una vez una niña muy pequeña que viajaba por el mar en un témpano de hielo muy grande. La niña estaba sola. Se había perdido. Después de algunos días en el témpano de hielo era ya más pequeño: se estaba fundiendo. La niña tenía hambre, tenía frío y estaba muy cansada. 
Cuando el témpano de hielo se había deshecho casi del todo, unos pescadores recogieron a la niña en sus redes. El capitán del barco le preguntó que cómo se llamaba. Pero la niña no entendía el idioma del capitán. Por eso la llevaron al jefe de policía. Nadie fue capaz de averiguar de qué país era la niña; no entendía nada y, además, no tenía pasaporte. El jefe de policía llevó a la niña ante el rey de aquel país y le explicó que no sabían de donde era ni cómo se llamaba.
El rey estuvo pensando un rato y luego dijo: “Puesto que es una niña, que la traten como a todas las niñas…” Pero era difícil tratarla como a todas las niñas, porque en aquel país todos los niños tenían nombre menos ella……y todos sabían cuál era su nacionalidad menos ella. Era distinta de los otros niños y no le gustaban las mismas cosas que a ellos. Y, aunque todos la querían mucho y eran muy buenos con ella, nadie consiguió que la niña dejara de ser distinta de los otros niños… 
A los pocos días, el hijo del rey se puso muy enfermo. Los médicos dijeron que había que encontrar a alguien que tuviera una clase de sangre igual a la suya y hacerle una transfusión. Analizaron la sangre de toda la gente del país……pero ninguna era igual que la del príncipe Luis Alberto. Y el rey estaba tristísimo porque su hijo se ponía cada vez peor. 
A la niña sin nombre nadie la llamó, pero, como era muy lista, comprendió en seguida lo que pasaba. Estaba agradecida por lo bien que la habían tratado en aquel país, así es que ella misma se presentó para ofrecer su sangre por si servía… Y resultó que la sangre de la niña sin nombre era la única que servía para curar al príncipe. El rey se puso tan contento que le dijo a la niña: ” Te daremos un pasaporte de este país, te casarás con mi hijo y desde ahora ya tendrás nombre: te llamarás Luisa Alberta…” 
Pero la niña no entendía lo que decía el rey. Y el rey, de pronto, cayó en la cuenta de que ella no necesitaba ser de aquel país ni llamarse Luisa Alberta… Lo que necesitaba era volver a su propio país, ser llamada por su propio nombre, hablar su propio lenguaje y, sobre todo, vivir entre su propia gente. Había que intentar ayudarla, si era posible. 
Así es que el rey envió mensajeros para que buscasen por todo el mundo… y no parasen hasta encontrar el país y la gente de la niña sin nombre. 
Al cabo de bastante tiempo, el mensajero que había ido al Polo volvió con la familia de la niña sin nombre. Y por fin, la niña pudo reunirse con sus padres y sus hermanos, que estaban muy tristes desde que ella se había perdido. 
Todos supieron entonces que se llamaba Monoukaki y que era una princesa polar. Lo que todavía no podía saberse es si se casaría o no con el príncipe Luis Alberto porque, al fin y al cabo, los dos eran demasiado jóvenes para casarse…

Idea y texto: J.L. Sánchez y M.A. Pacheco. 
Este cuento forma parte de la serie Los Derechos del niño, cuentos dedicados a ilustrar los principios del decálogo de los Derechos del niño proclamados por la ONU

https://drive.google.com/open?id=1A9UBkhDER0bwa-E66e10d00dyPeeMZg2

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